domingo, 28 de agosto de 2022

NIÑAS BIEN (1928) - HARRY BEAUMONT

 

NIÑAS BIEN
(Our Dancing Daughters)
1928. Dir. Harry Beaumont.

                  Joan Crawford (1904 – 1977) insistió para que, en la Metro-Goldwyn-Mayer, le dieran en esta producción el papel de Diana, una chica rica, fiestera, audaz, pero en realidad decente: a pesar de besar a los muchachos y desvelarse bailando, se mantiene virgen. Contra ella, está Anne (Anita Page), hija de una madre mercenaria que le exige que pesque a un millonario, sin que le importe el amor: la chica le hace caso, finge ser inocente y frágil, cuando en el fondo es alcohólica y calculadora. Como tercera joven está Beatrice (Dorothy Sebastian), quien le confiesa a Diana que perdió la cabeza tiempo atrás, sin darse cuenta de que perdía lo que más debería haber valorado, por lo que no se siente digna de ningún pretendiente. A partir de estos tres personajes femeninos, entramos de lleno a una historia moderna, dirigida a los jóvenes como ejemplo y manual de buenos modales. Considerada como el mejor ejemplo de lo que fue la “flapper” (la chica que vivía a la moda, como si no hubiera mañana), además de mostrar toda la opulencia y lujo de los estudios de la MGM en esos años de inicio (escenografías art deco, vestuarios impresionantes, derroche de dinero), la acción sucede entre personas de clase alta (si acaso, Anne pretende ser rica cuando, en realidad, se encuentra en aprietos económicos). No puede olvidarse que era el cine silente, el producto de la fábrica de sueños, que tenía un compromiso de mostrar a todo el público, aquello que era inalcanzable (empezando por los seres divinos, creados por la misma industria, hasta los recursos materiales: casas, joyas, autos, vestuarios, yates, viajes, clubes exclusivos)

                    La vivaracha Diana Medford (Joan Crawford),                               alocada pero decente

                   Al círculo social que frecuentan estas jóvenes, llega Ben (John Mack Brown), procedente de Alabama, hijo de un acaudalado hombre de negocios. Diana se enamora, coquetea con Ben, le besa atrevidamente en un viaje al campo, para provocarlo. Anne, por su parte, le engaña haciéndole creer que no bebe, yéndose temprano a su casa, siendo más puritana que Diana en su comportamiento. Como consecuencia, Ben termina casándose con Anne, rompiendo el corazón de Diana, pero luego viviendo el desprecio, los gastos excesivos y las infidelidades de su esposa. Como subtrama, está el caso de Beatrice, pretendida por el joven Norman (Nils Asther), quien no comprende su rechazo. Cuando ella le cuenta su pasado impuro, el joven le responde que no le importa ni que le cuente detalles: más tarde, de todas maneras, ya casados, vivirá con los celos encima. Esta es la trama básica de una cinta exitosísima. Atrajo sobre todo a la población juvenil y elevó a Joan Crawford al estatus de estrella estelar, otra fabricación de Hollywood, en un rol dinámico, de mujer fuerte, aunque en el fondo sensible. La estrella, luego de haber estado varios años en el estudio, aparecer en distintas películas con roles secundarios, afinó su figura regordeta y sacó provecho de sus inmensos ojos azules. Su carrera posterior ya sería con papeles escritos especialmente para ella, aunque en muchas ocasiones debió de resignarse a perder algunos muy jugosos, ante Norma Shearer, quien estaba casada con el jefe del estudio, Irving G. Thalberg.

Joan Crawford y John Mack Brown

                   El cine silente ya se encontraba en las postrimerías, además de que al año siguiente ocurriría la gran recesión económica. Esta película fue distribuida con una banda sonora que incluía el fondo musical, algunas canciones, además de gritos finales, debidos a una situación que ocurre como resolución. Puede notarse el carácter esquemático de la película: cada uno de los personajes femeninos simboliza extremos: la chica virgen, pero alocada, que da lugar a sospechas, pero que al final será recompensada por su virtud. Luego está la chica interesada, a la que le interesa el lujo, el sexo, la vida fácil y opulenta, quien tendrá que pagar por su atrevimiento. Finalmente, y es el caso más ambiguo, el de la joven que, en un momento de locura o debilidad, perdió su pureza (no olvidemos que eran los tiempos de castidad: las únicas mujeres que daban rienda suelta a la lujuria eran prostitutas); aquí la presentan resignada a su soledad, aunque en su camino aparece un hombre que la ama. Su camino no podrá ser completamente sencillo, sino que deberá de pasar por obstáculos y sinsabores (el pago de su deshonra), aunque esta especie de purgatorio significará el paso a la gloria. La cinta es un excelente documento de época, aparte de una lección moral para su público juvenil.

Dorothy Sebastian, Joan Crawford y Anita Page

                   Anita Page (1910 – 2008) fue una actriz muy popular durante el cine silente y a principios del sonoro: de hecho, es una de las dos protagonistas de la comedia musical La melodía de Broadway (1929, Beaumont), ganadora del primer Óscar del cine con sonido. Al no ser renovado su contrato en la MGM, pasó a cintas de bajo presupuesto, abandonando el cine en 1936, al casarse y formar un hogar. Dorothy Sebastian (1903 -1957) fue un caso más triste, porque vivió diversos escándalos que le restaron credibilidad. Se casó tres veces y falleció de cáncer. John Mack Brown (1904 – 1974) se distinguió como jugador de futbol americano en la Universidad de Alabama, y aprovecho su popularidad para entrar al cine. Fue galán de Greta Garbo, Norma Shearer y Crawford, entre otras, pero ya dentro del cine sonoro, se dedicó al cine del oeste, volviéndose destacado en producciones de bajo presupuesto, bastante taquilleras, retirándose al alcanzar sus 60 años. Nils Asther (1897 – 1981), actor danés que inició carrera en Suecia, donde moriría, bajo las órdenes de los realizadores Mauritz Stiller y Michael Curtiz, hasta que en 1927 llegó a Hollywood. Su rostro exótico le hizo interpretar roles de galán junto a Greta Garbo, a la cual declaró su amor y fue rechazado, pero el sonido también influyó en su decadencia. Por su parte, el director Harry Beaumont (1888 – 1966) fue un eficiente artesano. Tanto esta película como la mencionada “Melodía de Broadway” son sus cintas destacadas. Empezó desde 1912 dirigiendo los cortos de los estudios Essanay y luego tendría larga relación con MGM, con algunas excepciones para Fox y Warner.

El director Harry Beaumont



 

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